Los españoles centran mayormente su actividad financiera en el asesoramiento de la figura del asesor del banco. Conoce las diferentes figuras de asesoramiento, incluso dentro de las entidades financieras
Qué es un asesor de banco
Existen varios tipos de perfiles dentro de la banca, que ofrecen asesoramiento financiero, y cada uno cuenta con sus particularidades. Para empezar hay que diferenciar entre la banca personal y la banca privada. La primera es a la que estamos acostumbrados la mayoría - el banco de toda la vida. La segunda, la banca privada, es la que los bancos reservan para los clientes con más patrimonio, habitualmente por encima de 300.000 euros. La banca patrimonial funciona de forma más parecida a un asesor financiero, ya que ofrecerá productos del banco, pero también otros de diferentes gestoras.
¿Cómo funciona el asesoramiento bancario?
Los asesores de los bancos operan de forma diferente a la de un asesor financiero tradicional. El motivo es que los bancos también son diferentes a una EAFI, por poner un ejemplo.
Un asesor de banco puede o no tener formación específica en finanzas, pero tendrá directrices del banco en cuanto a estrategias de inversión y productos más interesantes para colocar al cliente.
Al final, una oficina de banca no se diferencia tanto de una tienda al uso con sus objetivos e incentivos. Esto se traduce en venta y colocación de productos a todos los niveles frente a un asesoramiento independiente.
La Mifid II y el asesor de banco
La implementación definitiva de la Mifid II en 2018 va a cambiar radicalmente la labor del asesor de banca tradicional, el que está en las oficinas y no pertenece a la banca privada.
La nueva normativa exige que todos los asesores cuenten con un mínimo de formación específica en finanzas y además diferencia entre la persona que asesora y la que informa. Es decir que quien te atienda deberá dejar muy claro si te está aconsejando o sólo informando dónde encontrar la oferta del banco.
Sin embargo, el cambio más grande tiene que ver con la definición clara de la figura del asesor financiero independiente. Desde 2018 sólo podrán considerarse asesores financieros independientes los que cumplan las siguientes condiciones:
1. Cobran directamente a sus clientes y no pueden recibir ningún tipo de incentivo por las recomendaciones que realicen. En otras palabras, no podrán cobrar retrocesiones.
2. Está debidamente formado, por ejemplo con un título externo como los que provee EFPA .
3. Asegurar la mejor ejecución para el cliente minorista, es decir, dar el mejor precio y los menores costes asociados.
El resto de entidades debe dejar claro que su personal ofrece asesoramiento dependiente. Ahí es donde ahora se encuadran la mayoría de asesores de banco. Dentro de esta categoría se pueden diferenciar dos casos particulares:
- Asesoramiento dependiente con oferta propia y un número limitado de productos de terceros no vinculados a la entidad. Estos productos de terceros serán los que típicamente se queden fuera de la mayoría de ofertas o en los que menos hincapié se haga.
- Asesoramiento dependiente con retrocesiones por parte de terceros. Es decir, la entidad o el asesor cobran más por recomendar determinado tipo de productos.
Por último, también puede haber entidades que directamente no ofrezcan asesoramiento. En este caso su función pasaría por ofrecer fondos o producto de terceros y herramientas que ayuden al inversor a decidir. Estaríamos hablando de un modelo más de información y acceso a oferta de fondos que de asesoramiento.
La Mifid II supondrá un gran cambio en el mercado financiero y en los servicios de asesoramiento financiero.
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Fuente: https://www.finect.com/blogs/