Un estudio revela que solo seis planes de pensiones superaron en rentabilidad al Ibex entre 2003 y 2018. El patrimonio se concentra en productos vendidos por la banca.
Cada estudio que se publica sobre los planes de pensiones españoles saca los colores a los profesionales de la banca. O debería. Desde los comerciales que colocan los productos hasta los gestores responsables de su rentabilidad, que en la mayoría de los casos está por debajo de los índices comparables.
Durante los últimos 15 años, solo seis de 385 fondos de pensiones tuvieron más rentabilidad que el Ibex 35, lo que representa un porcentaje ínfimo del 1,6%. Por su parte, 12 —el 3%— batieron el retorno de los bonos del Estado a 10 años, mientras que cuatro planes acabaron el periodo con un resultado total negativo.
Estos datos proceden del informe periódico que realiza Pablo Fernández, profesor de finanzas del IESE, en este caso con un investigador independiente, Juan Fernández Acín. Las conclusiones son siempre las mismas: la mayoría de productos ofrecen rentabilidades inferiores al Ibex 35 o a la deuda española.
En este caso, además, incluye tres gráficos que reflejan una relación entre las rentabilidades históricas de sus productos con el nivel de popularidad entre los ahorradores españoles, medida por el volumen de patrimonio, el número de partícipes o la combinación de estas dos variables.
Como los gráficos son de dispersión —un punto por cada producto combinando datos de los dos ejes—, lo lógico sería que el grueso se concentrara en la parte superior a la derecha. Al menos, las finanzas conductuales suelen advertir de que los inversores tienden a apostar por los instrumentos o valores con mayores retornos históricos, aunque la rentabilidad pasada no asegura la futura. De hecho, es lo que ocurre en la mayoría de mercados desarrollados.
Sin embargo, en España no sucede lo mismo. Y no porque haya una selección de planes de pensiones o fondos más exhaustiva que incorpore otros criterios ajenos a la rentabilidad, como aconseja Morningstar (coste, consistencia del equipo gestor, etc.). La clave es el sesgo hacia planes de pensiones más conservadores, pese a que son productos pensados para el largo plazo, de cara a la jubilación.
Así, los planes de renta fija copan el 18% del patrimonio en el sistema individual, que supera los 75.000 millones. Por su parte, los garantizados suman otro 12%, y los mixtos conservadores, un 35%. En el caso de los mixtos agresivos, el peso es del 22%, y en los de renta variable, el 13% restante. Este es uno de los motivos por los que los planes con más patrimonio no son los que tienen más rentabilidad a largo plazo, ya que son los de renta variable los que ocupan los primeros puestos del 'ranking'.
En la distribución de partícipes —con 7,5 millones en el sistema individual— ocurre algo similar. La suma de planes de pensiones mixtos agresivos y de renta variable acumula el 30% de los partícipes. Hay una segunda razón, y es que los planes de pensiones más vendidos tampoco son los mejores de cada categoría por resultados históricos. El plan de pensiones de renta variable con más patrimonio, según la patronal Inverco, es el CaixaBank Tendencias, con más de 700 millones. Por rentabilidad, ocupa el puesto 16 a tres años, con un retorno anualizado del 10%, y la posición 13 a 10 años, con un 10,5%.
La investigación, realizada a partir de las estadísticas de Inverco, compara las rentabilidades con el Ibex 35 y con los bonos españoles. Hay dos matices que se deben considerar. Uno es que no todos los planes son de renta variable española, con lo que el ‘benchmark’ —índice de referencia— no es correcto para todos. Así, unos lo hacen peor por ser más conservadores y otros mejor porque invierten en Estados Unidos, donde Wall Street ha tenido mejores resultados, y no por éxito o fracaso del gestor.
El otro pero a la investigación, como siempre recuerda el presidente de Inverco, Ángel Martínez-Aldama, es que los fondos y planes de pensiones deben valorar la tenencia de bonos por la evolución de su precio y no por el cupón. Y en los últimos años han provocado pérdidas a sus inversores. En cualquier caso, el estudio sirve para hacer una radiografía de las rentabilidades y la distribución del ahorro en este segmento.
Aportar al plan de pensiones solo a final de año provoca perder un 2% anual
De los 385 planes analizados, los dos más rentables entre 2003 y 2018 fueron el Bestinver Plan Mixto y el Naranja S&P 500, un indexado comercializado por ING y con Renta 4 como fabricante, con retornos anualizados del 7,07% y del 7,01% respectivamente. Por su parte, hay cuatro con resultados negativos en un periodo de 15 años, con pérdidas acumuladas del 0,28% al 0,58%: son, empezando por el peor, el plan de pensiones Asefarma Variable (nombre del fondo, Stela Maris Variable) de Mutua Ingenieros Industriales de Cataluña; el A&G Variable, también Stela Maris Variable y de la misma gestora; el P.I.P. Aegon I (Aegon I FP) de Aegon Seguros, y el MPP F-100 (Winterthur VII), de Axa Pensiones.
Los planes de pensiones registraron aportaciones netas por valor de 584 millones en 2018, según los datos de Inverco, cifra superior a la de ejercicios anteriores, pese a que fue el tercer peor año para los inversores contando el conjunto de activos desde 1990. El ministerio de Luis de Guindos abarató los costes de estos productos con dos reducciones de las comisiones máximas, aunque aún son de media mayores que las de los fondos de inversión españoles, según estimaciones del Banco de España.