España es un país de inversores conservadores, y más cuando se trata de ahorrar a largo plazo de cara a la jubilación. Pero el mercado no lo puso fácil el año pasado, en general, y menos a este tipo de ahorradores, en particular. Según los últimos datos publicados por Inverco, a cierre de marzo, el 71% de los partícipes que hay en planes de pensiones del sistema individual se concentra en aquellos que asumen menos riesgo (léase en los de deuda, tanto a corto como a largo plazo; en los mixtos de renta fija, y en los garantizados). El inconveniente es que todos ellos pierden dinero, de media, en el último año.
Las pérdidas más abultadas se producen en los planes de pensiones que invierten únicamente en deuda, con independencia de su vencimiento, que por sí solos reúnen al 23% de los partícipes de planes de pensiones en España (1,76 millones sobre un total de 7,5 millones, sin tener en cuenta los que optan por un plan de empleo o un plan de sistema asociado). De este modo, los vehículos que se decantan por el papel de duración más corta pierden un 1,2%, mientras que los que invierten en bonos a largo plazo ceden un 0,61%, a pesar de que en el primer trimestre del año ningún tipo de deuda ha cerrado en negativo, según los índices de Bloomberg y Barclays. El siguiente tipo de plan de pensiones que más dinero pierde en el último año son los mixtos de renta fija, que son los que reúnen a más inversores (el 38% del total).
La lectura que dejan los últimos datos publicados por Inverco es que, en un año en el que tanto con la bolsa como con la deuda se perdió dinero a la vez, aunque en el actual ejercicio ambos activos vuelven a subir, los únicos inversores que han podido ver cómo su plan aguanta en positivo en el último año han sido aquellos que han estado dispuestos a asumir más riesgo, ya que solo aquellos que invierten mayoritariamente en bolsa -es decir, el 30% de los inversores- obtienen ganancias: un 1,4% en el caso de los mixtos de renta variable y un 4,12% en el de los puros de bolsa.
Continúa la salida de dinero
Ante este escenario, y como ya ocurrió en el mes de diciembre, las prestaciones de los sistemas privados de pensiones (planes individuales, de empleo y asociados) superaron a las aportaciones, dejando la cifra de aportaciones netas en el primer trimestre del año con un saldo negativo de casi 300 millones de euros (de esa cifra, 175 millones pertenecen al sistema individual de planes de pensiones, 121 millones a los planes de empleo y el resto al sistema asociado).
En mínimos de liquidez desde 2014
Un 5,9% de la cartera de los planes de pensiones se encontraba, a cierre del primer trimestre del año, en liquidez. Se trata de la cifra más baja desde, al menos, diciembre de 2014. Aunque la cartera interior sigue pesando más que la exterior, el peso de esta última es el que más ha crecido gracias al protagonismo que dan a la renta variable internacional, que supone ya el 22,2% de sus inversiones frente al 13,1% que representa la nacional.